“FALTAN
CINCO PA LAS DOCE” O DE CÓMO CONOCÍ AL AUTOR DE ESA CANCIÓN
Edgardo
Malaspina
1
Luego
de una velada cultural en Calabozo nos reunimos a la vera de unos mangos para
escapar del inclemente sol. Por allá, un poeta recitaba sus versos; en otro
lado, un arpa sonaba; y más acá, una guitarra se oía.
2
Luis
Alberto Sandoval, cantante de Valencia, con gran inspiración cantaba “La noche
de tu partida”. Al finalizar, alguien preguntó quién era el autor de esa
canción. Las respuestas fueron muchas. Uno contestó que era de un mexicano;
otro, que de un peruano; y mientras se divagaba en las respuestas, el propio
autor, Oswaldo Oropeza, sentado entre nosotros, escuchaba sin inmutarse y con
humildad.
3
OSWALDO
OROPEZA, el autor de FALTAN CINCO PA LAS DOCE y muchos otros éxitos musicales
se echó un trago de whisky, nos habló de sus canciones y las entonó para
nosotros, un pequeño círculo de personas, lo que se traducía en un verdadero
honor.
4
Nos
habló de cómo se inspiró para escribir
su gran éxito, “Faltan cinco pa las doce”, la infaltable canción de los fines
de año.
“Siento
que he cumplido ante la Historia con esta canción. Me siento feliz”, dijo.
Luego explicó como el 1961 leyó en un periódico que Felipe Herrera, presidente
del Banco Interamericano de Desarrollo, no tenía tiempo en medio de sus
ocupaciones para ver a su madre. Por lo que la señora se vio en la
obligación de solicitar una audiencia
oficial y hacer la cola, como todos los usuarios, para poder ver a su propio
hijo.
5
Oswaldo
Oropeza se preguntó si el trabajo, las ocupaciones y las cosas materiales pueden hacer que un hombre se haga insensible
con su propia madre, hasta el punto de
no dedicarle unos minutos. Habló con tal sentimiento de nuestras progenitoras
que se hizo un hondo silencio, y entre sorbos de licor rodaron lágrimas.
6
Oropeza
le dio vueltas a esta noticia y llevó al
papel sus ideas. Había nacido “Faltan cinco pa las doce”.
7
“Me
gustaría regresar a Guárico y hacer una gira con mis canciones”-dijo Oswaldo
Oropeza. Corría el año de 1997, y su deseo no se cumpliría porque para
diciembre 1998 los periódicos notificaban su muerte.